Pierre Gonnord ha fotografiado a prisioneros, monjes, bandas urbanas, ciegos, geishas, yakuzas, enfermos mentales, minorías étnicas... Sus imágenes son un inmenso archivo de la vida. Estimulantes y reveladores, sus retratos invitan al espectador a la contemplación.
El sorprendente lenguaje fotográfico de Gonnord, sus característicos fondos oscuros de los que emergen los rostros de sus protagonistas, su precisión al expresar las emociones humanas, su análisis exhaustivo y conmovedor de cada marca de la piel, cada arruga, gesto, tatuaje o cicatriz han convertido su enorme potencial narrativo en un referente ineludible del retrato fotográficocontemporáneo.