¡Cuántos juegos se pueden inventar con unas pocas cosas! Este encantador libro para primeros lectores combina de formas cada vez más frenéticas y divertidas a un niño, un perro y sus respectivos desayunos para provocar carcajadas y también para hacerse algunas preguntas interesantes. Y no cabía esperar menos de esta dupla de autoras, especializadas en libros de filosofía para niños.
Un libro para pararse a mirar y jugar.
Perfecto para que los niños aprendan a leer imágenes.