Mamá,
¿quién inventó la muerte?
La vida.
“Mamá, dime, ¿qué cosas pueden morir?”
“Pueden morir las hojas, puede morir el sol, en mil millones de años. Puede morir el amor, la amistad puede morir.”
Una tarde como cualquier otra, caminando a casa de regreso de la escuela, un niño y su mamá conversan sobre la muerte: ¿todo lo que vive puede morir? ¿Hay más muertos que vivos en el mundo? ¿Cómo es estar muerto? ¿Es la muerte el infinito?
Con enorme sensibilidad y un texto melancólico, pero no triste, Codina y Petit exploran la muerte de todas las cosas que conocemos, formulando preguntas que seguramente los niños se han hecho más de una vez. Pero lo realmente importante es el final: para poder morir hace falta vivir. ¡VIVIR!