AFILADO COMO UN CUCHILLO, ‘EL AMERICANO PERFECTO’ CUENTA MÁS SOBRE DISNEY Y LA MEGALOMANÍA QUE UNA PILA DE TOMOS BIOGRÁFICOS.-KIRKUS.“A ÉL DEDICO MI PENSAMIENTO CUANDO NO PUEDO DORMIR POR LAS NOCHES. DESDE QUE APARECIÓ EN MI DESPACHO Y ME NOTIFICÓ EL DESPIDO, ME DESVELO MUY A MENUDO. ECHO LA VISTA ATRÁS Y CONTEMPLO LA HISTORIA DE SU VIDA, COMO SI ME FUERA MÁS PRÓXIMA Y FAMILIAR QUE LA MÍA PROPIA… TREINTA AÑOS DESPUÉS DE NUESTRO ÚLTIMO ENCUENTRO, LE SIGO DEDICANDO MI PRIMER PENSAMIENTO CUANDO ME LEVANTO Y EL ÚLTIMO CUANDO ME VOY A LA CAMA…”. EL NARRADOR TIENE UNA OBSESIÓN: EL HOMBRE QUE LE CONTRATÓ Y LUEGO LE DESPIDIÓ ARBITRARIAMENTE. TODO LO QUE HAGA ESE HOMBRE, CADA UNO DE SUS PEQUEÑOS GESTOS Y GUSTOS, SUS MANÍAS Y SUS RELACIONES, LE INTERESA. QUIERE SABER DÓNDE JUGABA DE PEQUEÑO, CUÁL ES SU COMIDA FAVORITA, QUÉ LE CUENTA A SU MÉDICO. PASO A PASO, SIGUIENDO LA PISTA DE ESE HOMBRE, NOS NARRA UNA BIOGRAFÍA (¿FICTICIA?),EL RETRATO DE UN PERSONAJE QUE SE DICE ANTE EL ESPEJO: “SOY UN LÍDER, SOY UN PIONERO, SOY UNO DE LOS GRANDES HOMBRES DE MI ÉPOCA”. UN HOMBRE QUE QUIZÁ SEA WALT DISNEY.