Perder a un ser querido –especialmente a un miembro de nuestra familia– constituye una de las experiencias más devastadoras por las que debe atravesar el ser humano. Es una prueba en extremo difícil que exige de nosotros una gran presencia de ánimo y, en ocasiones, auténtico valor. Los testimonios que contiene este libro provienen de la vida misma, son historias reales que muestran no solamente el sufrimiento de hombres y mujeres que se enfrentan al fallecimiento de las personas que aman, sino también el proceso que los llevó a recuperarse de dicha pérdida. Son relatos que tienen que ver con el dolor, pero también con la esperanza, la entereza humana y la serenidad que, tras el obligado proceso de duelo, podemos conquistar.