En esta obra, Neale Donald Walsch nos habla en un lenguaje cercano de nuestro potencial para comunicar con un Poder Superior. Y no solo comunicar, sino establecer una relación continuada en el tiempo. Su mensaje, lleno de esperanza, es transparente y claro como el cristal, un luminoso diamante en medio de noticias inquietantes, entre el ruido de guerras, bombas y hambrunas:
“El futuro puede ser más brillante y el mundo un lugar mejor porque estás en la Tierra ahora mismo. ¿Lo sabes? Es cierto. Cada retazo de energía amorosa y sanadora que aportas a los momentos de tu vida también llega a las vidas de otros, porque incluso pensar en otro con amor le permite participar de esas energías. Así, el simple hecho de ser la persona cariñosa, atenta y generosa que eres cambia el mundo que habitas.
Tienes un enorme poder dentro de ti. Dios trabaja a través de ti, como tú. En la medida en que permitas que esto ocurra conscientemente, como un suceso intencional, te conviertes en un mensajero. Muchos han estado esperando tu mensaje.”