Este libro es un puñado de historias que necesitaba contar mientras intentaba sujetar mi mundo para que no se viniera abajo. Un montón de palabras irreverentes, imprudentes y osadas que todos susurramos algunas veces, pero que pocos nos atrevemos a decir en voz alta…
Y mientras las sacaba de mis entrañas, una a una, y me arañaban el alma, descubrí que esas palabras eran el antídoto para todo, que curaban mis heridas y sacaban al sol mis penas. Me di cuenta de que todos somos el mismo amasijo de miedos y que lo que nos hace distintos es la forma en que nos enfrentamos a ellos y de que ya no volvería a esconderme nunca más aunque tuviera que hacer el ridículo más sonoro.
Supe que era mejor ser imprudente y traspasar algunas líneas a quedarme corta y preguntarme toda la vida qué habría pasado si hubiera tenido el valor. Con respeto, con cierta cordura, la imprudencia nos hace más sabios.
Entonces decidí correr el riesgo de desnudarme, palabra a palabra, y dejé que mi mundo cayera… A ver qué pasaba.
Este libro es el resultado de lo que pasó.