(“Tengo hambre, tengo hambre, tengo hambre”. ¿Pero qué puede suceder cuando un ogro hambriento y una bruja se encuentran con un lobo? ¿Cómo satisfacer esta hambre tan grande? ¿Con un pastel o un estofado de cerdo? ¿Y qué pasaría si, en lugar de buscar entre las páginas de este libro, el ogro decidiera saltar fuera, al mundo del lector?)